Si decides emprender un viaje hacia ti mismo, a través de la disciplina del coaching, lo que vas a hacer es fundamentalmente “aprender”.

El aprendizaje en el Coaching no es un aprendizaje teórico sino un aprendizaje que incluye a quien aprende es decir, al Ser y se manifiesta en la acción para llevarte hacia una vida más consciente, completa y satisfactoria.

El coaching en parte se plantea revelar lo que somos, tal y como profesaban los griegos antiguos: “Conócete a ti mismo” (inscripción en el Templo de Delfos). Cuando sé quién soy estoy a medio camino. Decidir qué voy a hacer con lo que soy ahora y quien quiero llegar a ser, es la continuación del viaje. Con ello, vamos más allá de la concepción metafísica según la cual somos de una manera dada e inmutable. Desde esta visión, nuestra mayor aspiración es el conocimiento de nosotros mismos. Desde la visión sistémica y ontológica de la persona, no somos un sistema estático y fijo sino que estamos en un continuo proceso de devenir y de cambio. En lugar de decir “somos”, por lo tanto, sería más correcto decir “estamos siendo”.

En este sentido “aprender” es un maravilloso viaje hacia la conciencia y la transformación de nuestro ser para sacar a la luz todo nuestro potencial.

El primer paso para convertirse en aprendiz es empezar a dudar, sosteniendo la incertidumbre.

Declarar “no sé” es una de las fuerzas motrices más poderosas en el proceso de trasformación personal y de creación de quienes somos. Cuando declaramos que “no sabemos” nos permitimos entrar en un espacio de incertidumbre en el que nos abrimos a nuevos descubrimientos sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.

Como decía Eric Hoffer: “Ante los fuertes vientos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, en cambio quienes creen saberlo todo se encontrarán fuertemente equipados para operar en un mundo que ya no existe.”

Para ello hace falta algo de “coraje”; el coraje de aprender a desaprender, el coraje de desplazarnos de esta zona de comodidad en la que tenemos casi todo claro y estamos apegados a nuestras creencias defendiéndolas como si de nuestra identidad se tratara. A la vez se requiere el coraje de crear nuestro camino sin repetir el camino de otros, agradeciendo y tomando la enseñanza de quienes vinieron antes de nosotros, nuestros padres en primer lugar y de los que nos inspiran cada día a encontrar nuestra autenticidad.

El arte de convertirte en el líder de tu vida implica el descubrir y poner en acción tu parte de poder y responsabilidad para crear tu vida en función de tus valores y de lo anhelas en tu presente.

A la vez este poder no es ilimitado.

Elegir cuando poner límites y cuando asentir a los límites que no controlamos es parte del viaje hacia nuestro bienestar.

En conclusión el aprendizaje del que planteamos es un “aprendizaje generativo” que tiene que ver con la expansión de la capacidad de “crear”, de generar lo que anhelamos “interiormente” y “exteriormente”.

En este sentido la creatividad no es exclusiva de los artistas. ¡Todos podemos participar activamente en “crear” nuestra vida!

El potencial para crear nuestra vida, está dentro de nosotros, aunque a veces nos puede servir alguien como un coach, que nos acompañe en un proceso de aprendizaje para expandir nuestra capacidad de reflexión y de acción, desarrollando nuevas habilidades con nosotros mismos y con los demás.

 El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que las jugamos. Arthur Schopenhauer.

 

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